Francia

Una naturaleza espectacular, una historia larga y florida, monumentos de todas las civilizaciones, épocas Un país lleno de glamour y tecnología, ¡voila la France!

Francia es un país de cultura y civilización, pero también de contrastes. Es el país de la baguette, de la moda y el glamour, del champán y del Tour de Francia. Francia son los museos, el c’est la vie, París y el Moulin Rouge, los cabarets, el jazz… La Francia de Edith Piaf y del belga Jacques Brel; la de la ilustración y del colonialismo, del centralismo de Luís XIV y de Jules Ferry, del pacifismo de Jean Jaurès y de la beligerancia de Napoleón.

Pero Francia es mucho más que París y los mitos. Paris es el norte donde se funde con Bélgica y se asoma al Canal de la Mancha. Lille, Arras, Amiens son ciudades bellas que sólo el clima intenta ocultar. Hacia el noroeste Normandía por donde continuó la liberación de Europa, con su Mont Saint Michel y las playas del desembarco; Bretaña, con sus costas recortadas y su marisco exquisito.

Al oeste el Valle del Loira y los castillos que no son más que preciosos palacios; Nantes y luego Burdeos y sus vinos universales. Al sur de Burdeos, las Landas y el Pays Basque con Biarritz, San Juan de Luz y Bayona.

En el centro, Dijón, la Auvernia y sus volcanes y más al sur Toulouse -la ciudad de ladrillo rojo-, Albí, Foix y ya los Pirineos. Pero hay más, el Mediterráneo. Desde la frontera española Languedoc-Rosellón se llena de playas, ciudades con encanto y sabores deliciosos. Perpiñán, Montpellier, Nimes que nos abre la puerta de Provenza y la Costa Azul. Nombres míticos como Aviñón, Marsella, Aix-en-Provence, Cannes y su Festival, Niza, Mónaco y Mentón junto a Italia. Los Alpes unen más que separan a Francia con Italia y Suiza.

Y así por el este, remontando el Ródano sin perder de vista los Alpes, llegamos a Lyón, pasamos Grenoble, visitamos Alsacia y Estrasburgo -una de las capitales de Europa-, después la Lorena y la zona de Champagne, para coger una botella, destaparla y brindar de nuevo en París.